Cuando los españoles llegaron a las tierras del Tawantinsuyu para someterlo, no solo trajeron consigo armas, y perros de guerra; además, llevaron en su interior enfermedades virales, que causaron más muertes que los propios cañones, la espada o el arcabuz. Se calcula que en el tiempo de los incas había una población de 7 a 12 millones y durante el inicio del virreinato solo se registró alrededor de 1 millón aproximadamente. Es importante destacar que la disminución demográfica no solo se debió a las epidemias que llegaron con los españoles, también fue causante la explotación inhumana contra los indígenas y las guerras entre invasores e invadidos. Pero también es cierto que la mayor cantidad de muertes fue provocada por estas plagas.

La viruela junto con la gripe y el sarampión son las causantes de esta terrible epidemia. No se ha valorado en su real dimensión el impacto que causó estas plagas que sin duda eran desconocidas por el Sistema inmunológico del poblador andino, en especial la viruela que por los terribles estragos que dejaba en el cuerpo, causaba pánico en la población. El poblador del Tawantinsuyu no podía creer que solo ellos eran las víctimas y al invasor no le pasaba nada. Tiene sentido, recordemos que estas plagas venían asolando Europa y Asia por siglos, por tal motivo es muy posible que estos españoles ya lo habían adquirido en la niñez o en la adolescencia.

Los orígenes de estas epidemias en América la podemos encontrar inmediatamente después de la llegada de Cristóbal Colón. No se puede señalar con precisión que sucedió entre 1492 y 1530 para iniciar un registro de las muertes que causaron a los nativos americanos. Lo cierto es que estas plagas llegaron a los dominios del Inca desde Panamá y por el intercambio comercial con los pobladores del norte y de otras partes del Tawantinsuyu, empezó a causar muertes, y se agudizó más con la presencia física de los españoles en unos años después.

Nuestra primera víctima registrada fue el Inca Wayna Qhapaq, en las primeras décadas de 1540 un grupo de quipucamayocs fue interrogado por el gobernador Vaca de Castro acerca del origen e historia de los gobernantes incas, estos al referirse sobre la muerte de Wayna Qhapaq, argumentaron que murió de una enfermedad, que por lo descrito no es otra cosa que la temible viruela. Al inicio de las siguientes décadas, los cronistas Betanzos y Cieza de León llegaron a la misma conclusión con respecto a la muerte del Inca.

Muy pocos cronistas se ocuparon de esta terrible situación que pasaban los pobladores nativos; uno de los pocos fue el sacerdote agustino Miguel Cabello de Balboa, que entre 1570 y 1580 entrevistó a viejos pobladores que en su niñez o juventud habían conocido al Inca Wayna Qhapaq, ellos relatan que cuando el Inca se encontraba en la isla Puná (actualmente Ecuador), recibió malas noticias del Cuzco, mucha gente estaba muriendo y en especial su familia, cuando el Inca se disponía ir a la capital del Tawantinsuyu, la enfermedad lo atacó, falleció en 1520 víctima de la viruela, en las cercanías de la actual región de Quito. Otras 200 mil personas corrieron la misma suerte.

Esta enfermedad que causó la muerte de Wayna Qhapaq, puso en crisis al Tawantinsuyu, las guerras entre las panacas por el poder eran muy común en la política del incario. Las contradicciones internas agudizaron la situación del Estado Inca.

Se calcula que al menos estas plagas mataron el treinta o cincuenta por ciento de la población andina; otro dato importante es que las epidemias más devastadoras ocurrieron en un período entre 1585 y 1591. Es importante reconsiderar que estas plagas fueron un factor influyente en la caída de una de las culturas más importantes de América.

Figura 1: Epidemias importantes en la región andina en el siglo XVI

Fuente: Impacto de las enfermedades en el mundo andino del siglo XVI

Figura 1: Indio con viruela

Fuente: Detalle de la obra Trujillo del Perú de Baltazar J. Martínez Compañón